Dentro del lago mayor del Titicaca, habitan pueblos de hombres y mujeres solidarios que comparten su cultura, y sus tradiciones ancestrales. El viajero tiene la sensación de haber dado un salto en el tiempo, para revivir un pedazo de la grandiosa historia de los hijos del Sol. Estos nativos son grandes navegantes y maestros del tejido que preservan su sabiduría en los diseños y decoración de su vestimenta y en sus tradiciones. La isla es también de gran valor paisajista por su ubicación en la inmensidad del lago.

Esta excursión se recomienda para viajeros que realizan caminatas con regularidad, debido a que no existen medios de transporte en la isla. A su llegada a la isla el visitante disfruta de una caminata de una hora hacia el pueblo. En el camino se aprecia la naturaleza y la vida cotidiana de sus habitantes. Una vez en el pueblo principal el grupo tiene tiempo para visitar el mercado de artesanías.